TERAPIA MUSICAL: CÓMO LA MÚSICA PUEDE SER UN TRATAMIENTO PARA EL DOLOR

Un estudio de Roy Pain Lab de la Universidad McGill en Montreal y publicado en la revista Frontierns in Pain Research reveló que la música es mucho más poderosa de lo que se cree, ya que no solamente ayuda a calmar emociones negativas como la tristeza, o para acompañar en las diferentes situaciones de salud, sino que también sirve para sobrellevar temporalmente el dolor físico.

Este descubrimiento permite plantear a la terapia musical como una opción de tratamiento momentáneo para aliviar el malestar. La música es parte de la vida de todos, está en todos lados y ahora también nos permite sanar.

Terapia musical: cómo se realizó el estudio

Para realizar el estudio, los investigadores analizaron la forma de comportarse de 63 personas al escuchar diferentes canciones. La muestra estaba formada por una edad promedio de 21 años.

Durante el experimento, los profesionales colocaron un objeto caliente en el antebrazo de los participantes, para probar si efectivamente sentían menor dolor al escuchar una canción. ¡Y fue así! Cuando su música preferida sonaba, sentían alivio.

Terapia musical: cuáles fueron los resultados

Los resultados del estudio confirmaron que la música sirve para aliviar temporalmente la sensación de dolor, pero no todas las canciones lo hacen con la misma efectividad.

Qué canciones sirven para aliviar el dolor físico

Con las respuestas de los participantes, los expertos descubrieron que las canciones con una melodía agridulce, emociones o melancólica tenían mayor efecto que las relajantes o alegres.

Por qué la música alivia el dolor físico

El estudio demostró que la música logra desconcentrar al cerebro del dolor: para poder sintonizar con las canciones, filtra diferentes estímulos que considera irrelevantes, como la sensación de dolor.

Es importante aclarar que a pesar de los resultados positivos, la música no reemplaza la función de una medicación ni quita la necesidad de ir al médico por una molestia o un dolor.

Fuente: ÁMBITO

Por: Graciela Herrera

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