Un hombre murió aplastado por una tapa de 500 kilos mientras trabajaba en un buque pesquero

Ocurrió en el puerto de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz. Una cubierta de la bodega de la proa se desprendió, cayó al vacío y alcanzó a Diógenes Gutiérrez, de 60 años

Una visión aérea del Puerto Caleta Paula, en Santa Cruz (Uneposc)Una visión aérea del Puerto Caleta Paula, en Santa Cruz (Uneposc)

Un trabajador portuario de Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, murió en la madrugada de ayer por las graves heridas sufridas luego de que se le cayera encima una tapa de bodega de 500 kilos mientras realizaba sus labores en un barco pesquero de la empresa Vepez S.A. amarrado en el puerto Caleta Paula.

La víctima, identificada como Diógenes Gutiérrez, de 60 años, se accidentó el jueves por la noche, pasadas las 23 horas, y pasó casi una semana en la terapia intensiva del Hospital Zonal de Caleta Olivia con fractura de cráneo y lesiones en la columna vertebral de las que no se pudo recuperar.

Al momento de la reconstrucción del accidente, compañeros del trabajador fallecido, coincidieron con lo publicado por la Asociación Gremial Marítimos Unidos (AGOMU) en donde expresaron que “el cabo que sostenía la tapa de la bodega de la proa se desprendió, cayendo al vacío, causando un incidente de extrema gravedad por alcanzar a un operario de la descarga”.

Diógenes Gutiérrez, la víctima del accidente portuarioDiógenes Gutiérrez, la víctima del accidente portuario

Los familiares del estibador pidieron investigar el hecho, reclaman justicia y, además, sostuvieron que Gutiérrez no tenía seguro por la tarea que realizaba. Por ende, anunciaron a medios locales que judicializarán el casoMario y Dalma, hijos de la víctima, brindaron más detalles al medio local Canal 2, en donde explicaron que “se rompió un cabo de la tapa del barco, justo cuando él estaba ahí para tapar el barco y ésta se desplomó encima suyo, aplastándolo”. Según la mujer, la familia fue informada el lunes sobre el estado irreversible de su padre, quien presentaba muerte cerebral.

Gutiérrez, según declaraciones de su hijo a Canal 2, reveló que su padre tuvo un corte muy profundo abajo de la boca y también en la columna. “Le agarraron tres paros cardíacos y estuvieron 25 minutos reviviéndolo. Gracias a Dios volvió, porque él es fuerte”, señaló cuando aún habían esperanzas de vida.

La seguridad portuaria

El drama vivido por la familia Gutiérrez destapó también un viejo reclamo de seguridad laboral en el puerto de Caleta Olivia. Según Dalma, “no tenemos seguro, ni ambulancias” y aseguró que los trabajadores portuarios son tratados “sólo como un número para las empresas”.

Según reportaron medios locales, si bien es materia de investigación, estiman que el cabo de 8 milímetros que sostenía la tapa de bodega que pesa unos 400 kilos se cortó producto del viento en la zona. Y agregaron que los estibadores alertan que la tapa de esas dimensiones no debió haber estado sujetada con un cabo, sino debió haberse utilizado una cadena con grilletes para asegurarla.

Los trabajadores del Puerto de Caleta Olivia denunciaron la falta de normas de seguridad en su trabajo diario (NA)    Los trabajadores del Puerto de Caleta Olivia denunciaron la falta de normas de seguridad en su trabajo diario (NA)

Diógenes Gutiérrez, con más de 30 años de experiencia, estaba a punto de jubilarse en el próximo año y había dedicado toda su vida al trabajo portuario en Santa Cruz. Sus compañeros lo describen como un trabajador ejemplar, conocido por su compromiso y ética laboral. “Siempre dispuesto a ayudar a un compañero, era un pilar en nuestro equipo”, agregó uno de sus colegas, quienes organizaron una serie de homenajes y eventos para recordar su labor y exigir justicia por el accidente que cobró su vida.

Además, Ricardo Cardozo de AGOMU solicitó una visita urgente del Ministerio de Trabajo para inspeccionar las instalaciones portuarias y revisar los protocolos de seguridad actuales. Según el referente sindical, “es imprescindible que se realicen auditorías regulares y se establezcan estándares de seguridad que todos los operadores portuarios deben cumplir”.

Además, Dalma también mencionó su preocupación al respecto, ya que tiene tres hermanos que también trabajan allí. “No quiero recibir una llamada diciendo que a uno de mis hermanos le ha pasado lo mismo que a mi papá. Una vida no se reemplaza”, agregó.

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