Un sector clave de la industria cerró el año con una contracción del 12%: qué se espera para el 2025

La actividad metalúrgica volvió a caer en diciembre en términos interanuales, pero respecto de noviembre mostró incremento.

La industria metalúrgica cerró 2024 con números que reflejan un año marcado por fuertes desafíos económicos y una contracción significativa en su desempeño productivo. Según el informe elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), la actividad del sector cayó un 12,1% interanual, una contracción que afectó a casi todos los subsectores, salvo a Maquinaria Agrícola y Carrocerías y Remolques.

Puntualmente en diciembre, el sector registró una baja del 3,1% interanual, con una utilización de la capacidad instalada del 52,5%, muy por debajo del promedio de 2023. Este nivel de capacidad operativa representa una disminución de 2,2 puntos porcentuales respecto del mismo mes del año anterior y una caída acumulada de 8,4 puntos porcentuales en relación con el promedio del año previo.

El informe remarca que con respecto a noviembre, la producción metalúrgica aumentó 1% sin estacionalidad, pero que esa suba tiene que ver con la recuperación que siguen teniendo los sectores de Maquinaria Agrícola y Carrocerías y Remolques, ya que, de quitarlos del análisis, el dato mensual sería negativo y el interanual alcanzaría a -6 por ciento.

Los sectores al interior de la metalurgia

En el análisis por sectores, Maquinaria Agrícola mostró un crecimiento en diciembre de 17,7% y Carrocerías y Remolques, de 18,7%, aunque ambos registraron caídas en el acumulado anual, con bajas de -6,4% y -7,6%, respectivamente. Por el contrario, sectores como Fundición (-17,7%), Otros productos de metal (-14,0%), y Bienes de Capital (-13,0%) sufrieron las contracciones más pronunciadas durante 2024.

La industria metalúrgica cayó 12,1% en 2024 y algunos subsectores mostraron un repunte.
La industria metalúrgica cayó 12,1% en 2024 y algunos subsectores mostraron un repunte.

El impacto también fue desigual entre las provincias. Mendoza (-7,4%) y Buenos Aires (-5,6%) presentaron las caídas más severas en términos interanuales, mientras que Santa Fe logró mitigar los efectos adversos con una baja marginal de -0,4%. Córdoba (-3,6%) y Entre Ríos (-3,3%) registraron contracciones interanuales de menor intensidad.

En cuanto al empleo, el sector observó una disminución del 1,3% interanual en diciembre, y de 0,1% respecto de noviembre. Según Adimra, la pérdida de empleo refleja los efectos acumulados de un año caracterizado por ajustes fiscales y restricciones externas que impactaron en la producción industrial.

La mirada hacia 2025

Pese a este escenario, sectores específicos como Maquinaria Agrícola y Carrocerías y Remolques, que habían sido de los más afectados en 2023 debido a la sequía, mostraron signos de recuperación hacia fines de 2024. Esto brinda cierta expectativa de que el sector metalúrgico pueda iniciar un camino de recuperación moderada en 2025. De todos modos, fuentes del sector remarcaron que existe una fuerte preocupación por las consecuencias de la apertura total de la economía, sin poder exportar y sin un mercado interno que traccione fuerte. Durante este verano hay suspensiones en muchas industrias y vacaciones, pero el problema será marzo. Ahí hay temor a que el desempleo crezca fuerte.

En este sentido, el presidente de Adimra, Elio Del Re, subrayó la importancia estratégica de la industria para el desarrollo económico del país. “No hay país desarrollado en el mundo que no tenga una industria metalúrgica fuerte, ya que proveemos máquinas y equipos a las otras industrias”, afirmó. Además, destacó el rol social del sector en términos de generación de empleo y crecimiento económico.

La metalurgia no fue la única afectada en 2024. La actividad industrial argentina en su conjunto cerró el año con una caída del 4,5%, según datos preliminares. Las principales razones detrás de este retroceso incluyeron las restricciones al acceso de insumos importados, el impacto de la sequía en sectores como el agroindustrial y un consumo interno debilitado por la política de ajuste del Gobierno y la fuerte pérdida de poder adquisitivo que tuvo la población a partir de la devaluación y de los aumentos en los precios relativos.

Desde el segundo semestre, aunque algunos sectores comenzaron a mostrar alguna señal de mejora, se complicó el escenario con Brasil, que devaluó su moneda de forma más acelerada y complicó aún más la dañada competitividad argentina.

Para 2025, las proyecciones de recuperación industrial dependen de múltiples factores, como la disponibilidad de insumos, una mejora en el consumo interno y el impacto de las políticas de estabilización económica del gobierno. Si bien sectores como la metalurgia enfrentan un camino complejo, los primeros indicios de recuperación en algunos subsectores abren una ventana de oportunidades para un crecimiento moderado en el próximo año.

Fuente: INFOBAE

Por: Graciela Herrera

Los comentarios están cerrados.