Tras una nueva ronda de negociaciones, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) no logra llegar a un acuerdo con las cámaras empresariales, avivando las posibilidades de un paro de colectivos. La próxima reunión, fijada para el 2 de febrero, se presenta como la última oportunidad antes de tomar medidas de fuerza.
En el encuentro celebrado el miércoles en la Secretaría de Transporte, los representantes de la UTA y las cámaras empresariales buscaron resolver el prolongado conflicto salarial que los enfrenta desde hace varias semanas. Sin embargo, las posturas aún distan de converger, incrementando la probabilidad de un paro de servicios.
Los empresarios reafirmaron su oferta, la cual consideran ajustada a la realidad económica actual. Subrayaron las dificultades para mejorar las condiciones salariales debido al endeudamiento y descapitalización de las empresas, así como a los costos financieros no reconocidos que afectan sus economías.
Por su parte, la UTA reconoció la emergencia del sector y destacó la falta de cumplimiento del acuerdo alcanzado en octubre de 2023, homologado por el Ministerio de Trabajo. Rechazaron cualquier menoscabo salarial que afecte el poder adquisitivo de los trabajadores y sus familias.
El sindicato de los colectiveros demanda un salario básico de $777.770 para enero de 2024 y de $972.125 en febrero, además de viáticos acordes a los aumentos de precios. Ante la falta de acuerdo, la UTA no descarta un paro nacional de colectivos.
En un intento por buscar soluciones, el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, solicitó una reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo, en busca de resolver el conflicto. Además, declaró el estado de emergencia en el sector y reiteró la posibilidad de un paro que afectaría la paz social.
En última instancia, Fernández instó a una solución consensuada entre el Estado, las empresas y los trabajadores para evitar consecuencias no deseadas para la población en general.
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