El abogado defensor de José Osvaldo Rampulla (74), el empresario involucrado en el fatal accidente que cobró la vida de Melina Gabriela Alfaro (21) y su bebé por nacer, presentó su versión de los hechos, destacando que su cliente no superaba los 70 kilómetros por hora al momento del siniestro y subrayando que la joven se le cruzó inesperadamente.
Según Federico Petrignani, el letrado encargado de la defensa, «Rampulla se quedó en el lugar y fue la primera persona que llamó al 911». Además, señaló que, tras el traslado de la víctima en ambulancia, el empresario condujo hasta la comisaría 36ta para entregar su vehículo. Posteriormente, se dirigió a la Central de Policía, donde se sometió a una prueba de alcoholemia, y fue liberado ya que en ese momento «la joven todavía no había fallecido».
La versión del abogado incluye detalles sobre la reacción de Rampulla tras enterarse de la trágica noticia. Petrignani asegura que su cliente experimentó «una crisis de angustia», siendo evaluado por un psiquiatra de la familia al día siguiente, quien recomendó su internación. La búsqueda de una cama culminó en el Hospital El Castaño. A pesar de los allanamientos realizados en su domicilio, el de un hijo y en su empresa (Agroindustria Pocito), Petrignani insiste en que Rampulla no evadió la Justicia, ya que «informó a Fiscalía mientras estaba en el médico».
Rampulla, recientemente dado de alta, continúa experimentando angustia, especialmente al conocer que «la joven estaba embarazada». El abogado defiende a su cliente, asegurando que, más allá de la lamentable tragedia, «no le corresponde ninguna culpa». Además, sostiene que el conductor no iba a una velocidad excesiva y argumenta que este «trató de hacer un volantazo que incluso lo podría haber perjudicado a él».
Las versiones sobre este trágico suceso difieren, y la audiencia en la que Rampulla será formalmente imputado por homicidio culposo podría arrojar más luz sobre los hechos y la responsabilidad del empresario en este desafortunado incidente.
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