Violencia de Género en San Juan: Aumento de Denuncias y Desafíos en la Prevención
Un nuevo caso de violencia extrema ha conmocionado a la provincia de San Juan, donde una mujer de 31 años y sus dos hijos pequeños, de 9 y 4 años, fueron atacados por el padre de los niños, su expareja. Este incidente resalta la cruda realidad de la violencia de género en la región, desencadenando una serie de reflexiones sobre las medidas de prevención y protección.
De acuerdo con las cifras reveladas, durante el presente año alrededor de 7,000 personas han presentado denuncias por diversos actos de violencia de género en San Juan. Este número alarmante incluye solicitudes de medidas de protección, aunque se ha observado una disminución en comparación con años anteriores.
En el caso específico de Rawson, el departamento con las cifras más altas de denuncias, se destaca el impacto positivo de las iniciativas de prevención llevadas a cabo en colaboración con la Dirección de la Mujer. Aunque las denuncias han disminuido en los últimos años, la cifra mensual de alrededor de 300 solicitudes de protección sigue siendo motivo de preocupación.
Yamira Salomé Arias del dispositivo de Rawson comentó sobre el abordaje a la víctima reciente, subrayando la necesidad de replantear cómo se está trabajando. Destacó que, aunque la mujer había solicitado medidas de protección, el caso plantea preguntas sobre la efectividad de dichas medidas y la necesidad de adaptar y fortalecer los enfoques existentes.
Arias señaló la importancia de un acompañamiento integral para las víctimas y sus familias, abordando no solo el impacto inmediato del shock sino también otras áreas que requieren apoyo. Además, destacó la relevancia de las medidas de protección, como la prohibición de acercamiento, que son otorgadas por el juez en base a informes de dispositivos locales que evalúan el riesgo en el que se encuentra la víctima.
El enfoque integral incluye seguimientos regulares para evaluar la situación actual de la víctima, y en caso de incumplimientos reiterados, se informa al juez, lo que puede resultar en medidas más severas, como la detención del agresor. Además, se brinda apoyo psicológico y se coordina con otras entidades gubernamentales para garantizar recursos esenciales, como alimentos, para las víctimas económicamente dependientes de los agresores.
A pesar de los esfuerzos en curso, la necesidad de continuar trabajando en la prevención, desnaturalización y deconstrucción de situaciones de violencia es crucial para crear un cambio sostenible en la sociedad, especialmente entre los jóvenes.
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