“Durante la noche, aviones de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron la residencia de Ismail Haniyeh, jefe del Buró Político de Hamás”, quien vive exiliado desde hace años, indicó un portavoz del Ejército.
Esta operación se llevó a cabo en el campo de refugiados Al Shati, en el norte de la Franja de Gaza, cerca del Mediterráneo, donde las tropas israelíes “localizaron y destruyeron un depósito de armas de las fuerzas navales de Hamas, que contenía equipos de buceo, dispositivos explosivos y armas”, señaló el portavoz.
Además, y también durante el operativo, los soldados israelíes confiscaron cinturones y barriles explosivos, misiles antitanque, equipos de comunicaciones y documentos de inteligencia.
Los caídos en el conflicto palestino-israelí
«Primero dormimos en la calle, luego me fui con otras seis mujeres y varios niños hasta Al Shifa», dijo Miriam Jadallah, de 63 años, en diálogo con una periodista de la Agencia France Press (AFP). «Ahora estoy allí y no sé dónde están mis hijos y mis familiares», agregó. Según comunicaron, el ejército israelí en medio de sus ataques al enclave palestino, se sabe que destruyó una clínica sueca situada al oeste de la ciudad de Gaza.
Según Hamas, varios enfermos y bebés murieron por la falta de electricidad en el hospital, que les da techo a unos 600 pacientes y a miles de civiles que buscan refugio. Además, los bombardeos israelíes ya mataron a 11.240 personas desde el 7 de octubre, en su mayoría civiles, «incluyendo a 4.630 niños», según la cartera de Salud de Hamas.
Del lado israelí, «murieron unas 1.200 personas», según las autoridades. Y la gran mayoría de ellos, como civiles fallecidos el mismo día del ataque, de una magnitud y violencia inéditas desde la creación de Israel en 1948.
El ejército israelí, que el lunes informó de 44 soldados muertos desde el inicio de la guerra, estima que unas 240 personas fueron tomadas como rehenes en la Franja de Gaza, el 7 de octubre.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, planteó el domingo la posibilidad de «generar un acuerdo para liberar a algunos de los rehenes», una condición que resulta «indispensable», según él, para cualquier alto el fuego.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Ámbito
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