JULIO CORDERO: “EN LA REUNIÓN CON LA CGT VOY A PONER TODOS LOS TEMAS ARRIBA DE LA MESA, INCLUSO EL DE LAS OBRAS SOCIALES”
El secretario de Trabajo anticipó a Infobae la agenda del primer encuentro oficial de este martes con los líderes cegetistas y afirmó que no quiere “un diálogo de condicionamientos políticos”. Admitió que el Gobierno mantiene su proyecto de democratización sindical
Julio Cordero es un abanderado del diálogo social que venía predicando la idea de abrir una instancia de negociaciones con sindicalistas y empresarios, pero hasta ahora fue imposible. La puerta a una reunión frente a frente fue abierta inesperadamente por la CGT, cuya ala dialoguista logró el consenso interno suficiente para avanzar hacia el encuentro de este martes con el secretario de Trabajo. ¿Se terminará la etapa de la confrontación permanente entre el gobierno de Javier Milei y el sindicalismo?
La respuesta no es sencilla porque, más allá de la buena voluntad de ambas partes, pueden aparecer nuevas interferencias en ese vínculo que lleva 7 meses de cortocircuitos. Por lo pronto, en una entrevista con Infobae, Cordero dijo que “en la reunión con la CGT voy a poner todos los temas arriba de la mesa, incluso el de las obras sociales”, aunque admitió que el Gobierno mantiene una de las leyes “anti-casta” anunciada por el Presidente y que causa pánico en la dirigencia gremial: es la que propone una democratización de los sindicatosa través de elecciones supervisadas por la Justicia, con una limitación de los mandatos a 4 añosy un tope de una sola reelección posible.
“Nosotros queremos ir hacia una verdadera democratización de las elecciones sindicales, para lo cual tiene que haber procesos eleccionarios sanos, más transparentes y más genuinos”, dijo el ex abogado de Techint luego de destacar la figura del flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger,a cargo de la elaboración de las leyes “anti-casta”. “Hay algunos temas que se han debatido y que se han sacado del debate de arriba de la mesa. ¿Han salido para siempre? Bajo ningún punto de vista. Son reclamos de la sociedad”, aseguró Cordero.
El secretario de Trabajo, además, consideró que en la negociación por la reforma laboral incluida en la Ley Bases “el sindicalismo ha tenido una fuerte victoria de gestión en cada uno de los puntos que se fueron tratando” y adelantó que la restitución del Impuesto a las Ganancias “no va a ser eterna”.
— La CGT finalmente le pidió una reunión para abrir el diálogo. ¿Cómo lo interpreta?
— Es un dato objetivamente bueno que hayan pedido una audiencia. Voy a poner todos los temas arriba de la mesa, incluso el de las obras sociales. Vamos a tratar de encontrarle soluciones dentro de una mesa de diálogo. Hay intenciones de poner en marcha el diálogo y hay intenciones de empezar un trabajo común. Están dadas las circunstancias propicias como para como iniciar un diálogo técnico.
— Pablo Moyano aclaró que no se reunirá con usted. ¿Ese es un dato negativo para el Gobierno?
—Bueno, pero igual es algo positivo que la CGT pida una audiencia, más allá de las posturas individuales o de los reclamos que hagan.
— ¿Por qué hasta ahora no pudieron convocar a una instancia de diálogo social?
— El diálogo siempre fue convocado. Pero nosotros queremos que este diálogo sea explícito y no quiero transformarlo es en un diálogo de condicionamientos políticos. Es decir, tiene que ser un diálogo en el marco de la generación del empleo, por ejemplo. Tenemos que generar un diálogo en el cual el sindicato pueda ser el principal protagonista en materia de empleo y trabajo.
— ¿Influyó en el pedido de audiencia el hecho de que la CGT logró que se recortaran 42 de los 58 artículos que inicialmente tenía el capítulo laboral de la Ley Bases?
— El sindicalismo tiene un enorme poder y ha tenido una fuerte victoria de gestión en cada uno de los puntos que se fueron tratando. Por eso no es que vendrán a una mesa de diálogo debilitados ni nada por el estilo. Mi idea en concreto es ya conversar con la OIT(Organización Internacional del Trabajo) para que sea garante conjuntamente con el gobierno de este diálogo. Quiero poner una fecha para reunirnos con los representantes del sector empresario y del sector sindical y empezar a trabajar ya sobre temas concretos, con una agenda que tampoco voy a imponer yo. Que en la misma mesa de empresarios y sindicalistas se pongan de acuerdo en una agenda. Un fuerte tema de interés es la generación de empleo, pero tenemos muchos otros, como la erradicación de la violencia en el mundo del trabajo y el acoso en el mundo del trabajo, la formación para el trabajo, todo lo que apunta a mejorar estas circunstancias que dan empleo. ¿Qué más hacer para dar seguridad jurídica a los empleadores para que se sientan cómodos en contratar? Para que haya un trabajo necesito que la otra persona quiera contratar. Los quiero juntar a los dos: e diálogo tiene que suceder entre quien quiere contratar y quien tiene que ocuparse de que haya personas que sean contratadas.
— ¿Cree que la modernización laboral generará empleo? ¿Qué expectativa tiene?
— En el marco de una economía saneada, como se está haciendo a través de la baja inflacionaria y del equilibrio fiscal en el que están trabajando Javier Milei y Luis Caputo de una manera contundente y casi revolucionaria, la expectativa es generar la confianza suficiente de que la Ley Bases genere la seguridad jurídica y la confianza suficientes para que todo lo que sea productividad ociosa haga que se produzca más desde las pymes o las empresas grandes. Esperamos un impacto fuerte sobre la microeconomía que permita este nivel de confianza para producir más. Para que haya una fuerte generación de empleo no podemos obligar a nadie, pero apuntamos a que la gente compruebe que una contratación va a beneficiar a la sociedad en su conjunto, a los trabajadores y también a quien los contrata.
— ¿Le preocupa al Gobierno que los sindicatos vayan a la Justicia para impugnar la modernización laboral y la restitución del Impuesto a las Ganancias?
— Todo lo que suceda en en los cauces normales de de un proceso democrático, y la Justicia es uno de ellos, nunca preocupa. Quizás el que tiene que estar preocupado en general es quien hace una denuncia judicial y los motivos por los cuales lo hace porque se expone. Cuando uno inicia un proceso judicial se expone no solamente en el proceso que inicia, sino también desde el punto de vista de la opinión de la gente. Si se hace esa presentación va a contramano de la sociedad. Habría que ver los motivos por los cuales se hace algo que va en contra de una herramienta para generar empleo.
— La CGT ya tuvo un resultado favorable a sus reclamos cuando logró que la Justicia suspendiera la reforma laboral del DNU. ¿Podría repetirse esa situación con la Ley Bases o el paquete fiscal?
—Cuando se dice que en los primeros seis meses de Javier Milei no se está generando una enorme cantidad de empleo, hay que recordar que se hizo un DNU donde se plantearon determinados temas básicos y necesarios para la generación de empleo. Y en la Justicia quedó paralizada esa herramienta para la generación de empleo. Por eso no nos pueden decir por qué no se generó empleo: nos paralizaron esa herramienta. Igual el Gobierno no frenó y ahora salió la ley de bases, que es la base de algo que tiene que empezar de nuevo mediante un diálogo social, maduro y rico. Nosotros vamos a seguir adelante aunque haya presentaciones judiciales y siempre por el camino democrático y del diálogo civilizado de las instituciones. Ahora, si alguien piensa que va a poder frenar lo que el pueblo argentino votó como un cambio en las últimas elecciones, eso no va a pasar. No se va a frenar.
— Empeoraron los índices de empleo desde que asumió este gobierno. ¿En qué medida puede revertirse ese cuadro gracias a los cambios en la legislación laboral?
— Nosotros miramos permanentemente las estadísticas y tenemos claro que el proceso de recesión que está viviendo el país forma parte de una circunstancia no querida, pero que es fruto de la corrección de errores consuetudinarios y absolutos que venían desde hace tiempo desde lo económico y lo social. Esto es un sinceramiento importante que había que hacer y es el que está permitiendo la baja inflacionaria y el equilibrio del déficit fiscal. Los índices de desocupación tienen que ser modificados con estas herramientas que permitirá la Ley Bases. La baja del desempleo depende de muchos factores, pero cuando se dice que las contrataciones de personal dependen de la macroeconomía es cierto, pero la macroeconomía ya se está corrigiendo. Entonces estamos haciendo algo bueno en la macro y ahora empezamos a generar alguna expectativa de mejora jurídica en la microeconomía. Lo único que falta es que la gente conozca esto y el empresario pyme entienda que ahora las normas jurídicas están dadas para que no pierda su empresa por un juicio por contratar a una persona. Por el contrario, hay un sistema mucho más normal, parecido al de otros lugares del mundo.
— Pese a que consiguió que se eliminaran 42 artículos de la Ley Bases, la CGT cuestiona ahora el que crea la figura de “trabajador independiente” que puede tener a su cargo hasta otros 3 trabajadores autónomos para llevar adelante un emprendimiento productivo.
— El trabajo autónomo está perfectamente contemplado por la OIT. Acá sólo tratamos el trabajo en relación de dependencia, pero desde hace varios años se toma en cuenta al trabajo autónomo como una herramienta muy valiosa. El trabajo en relación de dependencia tiene que tener las características propias de esa condición, que es la dependencia técnica más la económica y la jurídica. Vos podés tener tranquilamente un trabajador autónomo y es un trabajador autónomo o una contratación de una locación de obra o una locación de servicio vinculado con las empresas. Si pensás que todo empleo es en relación de dependencia estás en un problema grave a nivel mundial, a nivel competencia, cuando además ves que los costos de la relación de dependencia en la Argentina, que también hay que modificar, son enormemente mayores a los de la propia región. Hay que ir corrigiendo todo. El trabajo autónomo, que tiene que tener la protección en materia de seguridad social, es algo de potencialidad absoluta para la generación de empleo, tanto como el trabajo en relación de dependencia.
— Para la CGT, ese artículo consagra la desprotección laboral de esos trabajadores.
— No es así, pero lo que sí fue malo que sucedió en la Argentina hasta ahora es que en el empleo público a nivel nacional, provincial o municipal tenías la estabilidad del empleo público y, sin embargo, entraban por todos lados contratos de locación de obra y servicio que por supuesto, cuando querían ser cuestionados se iban a la justicia contencioso administrativa y ahí le decían “no tiene derecho a nada o como mucho tendrá derecho a una indemnización muy bajita”. ¿Por qué? Porque era el Estado. Ahora, si eso mismo sucedía en la actividad privada, lo que pasaba es que iban a la justicia laboral, te decían que era relación de dependencia, te aplicaban todas las multas del trabajo en negro y vos decías: “Esto es una locura”. En la práctica hay una enorme sobrepoblación del sector público y está casi está desnutrido el sector privado. Las sociedades económicamente estables o las que progresan necesitan una proporción de trabajo privado mucho mayor a la del empleo público.
— Otro artículo que algunos sindicatos piensan impugnar es el que penaliza los bloqueos contra las empresas al considerar que esas protestas, a las que suele recurrir el Sindicato de Camioneros, representa una “grave injuria laboral”, es decir, causal de despido justificado.
— Este artículo, que es importante, tiene más un carácter formativo que un diferenciador jurídico. Desde hace un tiempo, la Argentina ratifica, como norma interna de carácter supralegal, los tratados internacionales. Hay un convenio de la OIT, el 190, contra la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Sumado a esto, lo importante es ver las normas internacionales que determinan cuál es el contenido de la huelga o qué es el derecho de huelga, que por supuesto es un derecho sustancial reconocido por la Constitución Nacional y que nos parece que tiene que que tener una enorme protección porque le permite al trabajador defender los derechos laborales. Pero la huelga es la abstención pacífica a prestar tareas, pero no es huelga amenazar a una persona para que no trabaje o impedir que entre y salga libremente de las empresas o tomar un establecimiento, hacerle daño a las personas o los bienes de una empresa. Cuando se mira esto desde un punto de vista objetivo, te das cuenta que aunque el artículo no existiera, ya el convenio 190 lleva a erradicar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Por eso se había incorporado también el DNU y los legisladores, tanto en el Senado como en Diputados, entendieron ahora que el bloqueo no era un derecho. Es como si yo dijera que como fruto de una huelga tengo el derecho a cometer un delito. Porque el bloqueo es eso.
— Algunos sindicalistas temen que la asunción de Federico Sturzenegger como ministro acelere las leyes “anti-casta”: uno tiene que ver con la democratización sindical a través del control de elecciones y la limitación de los mandatos. ¿Sigue siendo un objetivo del Gobierno?
— Creo que todos estos temas tienen que estar sobre la mesa. Federico es una persona que tiene convicciones y principios éticos magníficos. Como tiene la conciencia cívica tan elevada él propone temas, los lleva adelante dentro de lo que es el ejercicio de sus funciones y luego va escuchando a las partes. Es una persona completamente abierta a escuchar. Si del otro lado le dicen no, él va a decir “el camino es para allá y veamos cuál es la mejor manera de llegar hacia donde tenemos que ir”.
— ¿Hay una la decisión política del Gobierno de avanzar hacia ese proyecto?
— No sé si este será un proyecto en particular, pero sí es una decisión de poner estos temas arriba de la mesa y encontrarles soluciones en un consenso de diálogo. Si me preguntás si esto va a salir de los objetivos del Gobierno, te digo que no va a salir y que Federico va a trabajar para que las cosas salgan. Pero los objetivos se pueden llevar adelante de muchas maneras y él tiene claro que los impulsa para que se concreten. Hay algunos temas que se han debatido y que se han sacado del debate de arriba de la mesa. ¿Han salido para siempre? Bajo ningún punto de vista. Son reclamos de la sociedad.
— Parece imposible que los sindicalistas acepten renunciar a la reelección perpetua.
— El sindicalismo tiene propuestas que nacen de sus propias filas para conseguir estos objetivos. Eso sería lo mejor que nos puede pasar, que digan “entendemos que quieren ir a una democratización sindical y la mejor forma para hacerlo es esta”. Sería maravilloso. ¿Por qué no debería suceder? Si vos sos una persona que tiene una trayectoria gremial como la que tienen muchos dirigentes en la Argentina tenés que entender que queremos ir hacia una verdadera democratización de las elecciones, para lo cual tiene que haber procesos eleccionarios sanos, más transparente, más genuinos.
— Otro motivo de malestar sindical es la restitución del Impuesto a las Ganancias. ¿Imagina alguna solución posible para evitar los recortes en los sueldos de muchos trabajadores?
— Cada vez que se pueda bajar un impuesto se va a hacer. Que la gente tenga la certeza absoluta de que lo que se busca es reducir el tamaño del Estado, hacerlo más eficiente y bajar impuestos. Y que cuando haya algún impuesto que no se bajó, tenga la certeza total de que es porque no se pudo, no fue el momento y estamos en un proceso en el cual se necesita ir a un determinado lugar.
— ¿Puede ser uno de los puntos de una negociación con los sindicatos?
— Esto sucedió por una decisión política y generó un debate legislativo muy fuerte, donde se dio un posicionamiento de distintas fuerzas políticas que llevaron a restituir Ganancias en forma similar a la que tenía antes. Analicé los números y sabemos que esta modificación sobre todos los trabajadores que están convencionadas tiene un impacto sobre solamente el 8% de esa población.
— Son unos 800.000 trabajadores.
— Sí, más o menos. En función de esta necesidad, ¿cómo redistribuís? El resto de los trabajadores miran y dicen: “Si ustedes están ganando más, colaboren en esta etapa”. Será una etapa que no va a ser eterna porque la idea es ir hacia otro lado. Si se llega a producir un desequilibrio entre los propios trabajadores de una misma actividad hay que ver si eso se puede corregir por vía reglamentaria.
— ¿Qué balance hace sobre las paritarias? ¿Hay más presión sindical por los salarios?
— Es muy buena esta pregunta porque lo primero que se hizo con las paritarias también tiene que ver con el diálogo social: se pidió un acompañamiento del gremialismo en general para algo que la gente está necesitando, que es la baja inflacionaria. El acompañamiento fue tal que parte importante del éxito de esta circunstancia es que los gremios asumieron una responsabilidad social que valoro mucho. Han acompañado en su gran mayoría para trabajar sobre una mejora del real poder adquisitivo de las personas para que el flagelo inflacionario vaya desapareciendo. En este camino, lo que estamos viendo en el último tiempo es que existe una clara mejora de los salarios versus la inflación. Ahora, esa mejora va sucediendo de una manera suficientemente gradual como para que los empresarios no tengan que darse vuelta y pasar el porcentaje de aumento salarial a precios. Eso sería lo peor que nos puede pasar. Hay una enorme autorregulación sindical y de las cámaras que están mirando cómo está cada una de las actividades y tratan de avanzar hacia un camino de incremento salarial por encima de la inflación. Todas las partes están negociando de una manera muy profesional, muy articulada y con responsabilidad social para que el incremento sea real y no termine impactando en la inflación.
Fuente: Infobae
Rivero. C
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