Preocupación en el sector vitivinícola: Aplicar retenciones al vino vuelve al negocio «inviable»

Bodegas de Argentina expresó su "preocupación" ante la aplicación de retenciones a las exportaciones de productos del sector vitivinícola, señalando que esta medida torna al negocio "inviable" y genera un impacto socioeconómico negativo.

Aunque las retenciones inicialmente se fijaron en un 15%, se redujeron al 8% después de las críticas, pero la decisión sigue generando enojo en el sector.

La cámara empresaria destacó que la vitivinicultura es una «economía regional de alto valor agregado» y resaltó la diversidad de la industria, con más de 450 mil empleos directos e indirectos distribuidos en 18 provincias. Además, subrayó que el vino es uno de los pocos productos alimenticios que llega con marca y origen a la mesa de los consumidores.

Bodegas de Argentina describió la industria vitivinícola como altamente regulada y con fuerte presión fiscal, y señaló la caída histórica de las exportaciones en volumen y facturación debido a la falta de acuerdos internacionales y la baja competitividad del último año.

La entidad expresó su descontento con la aplicación de retenciones al vino, calculando un costo fiscal de US$ 60 millones, una suma que considera de «bajo impacto» para las arcas nacionales. Sin embargo, advierte que esta medida afectaría la competitividad del sector, aumentaría las existencias de vino, reduciría los precios de las materias primas y provocaría disminuciones en los puestos de trabajo y pérdida de valor agregado.

Bodegas de Argentina hizo un llamado al Gobierno para que reconsidere la medida y solicitó a gobernadores y legisladores que no la respalden. La industria vitivinícola argentina busca preservar su vitalidad económica y social en medio de desafíos económicos y competitivos.

 

 

Op: Juan Llarena

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